Para preparar el despliegue de un nuevo complejo de pasos elevados, se instalaron tres haces de 11 conductos cada uno mediante HDD. A pesar de que el tendido se realizó a unos 43 m/140 pies por debajo de la superficie, el propietario de la empresa eléctrica temía que los futuros trabajos en el suelo pudieran dañar un conducto o un haz en esta ruta tan crítica.

Cuando se mapea un solo conducto en un haz, no se sabe nada sobre la ubicación de los otros conductos en ese haz, por lo que pueden situarse en cualquier lugar alrededor del conducto mapeado. Esto requeriría una zona de seguridad significativa alrededor del resultado de la medición del conducto único mapeado. Por lo tanto, se cartografiaron todos los conductos para obtener una imagen más precisa de la posición de todo el haz y reducir así el riesgo de daños durante la fase de construcción del sobrevuelo.

El equipo de campo siguió el procedimiento operativo estándar recomendado y cartografió cada conducto cuatro veces (el llamado método FBBF). El equipo consiguió una productividad de 11 tubos al día, o sea, más de 5,5 km.

El complejo de pasos elevados se completó sin ningún daño en los fardos.